Friday, April 20, 2012

Cristo (del griego χριστός, christós o /jristós/, ‘ungido’) es el título que los cristianos le dan a Jesús de Nazaret. Cristo es la traducción griega del término hebreo מָשִׁיחַ (trasliterado māšîaḥ o /mashiach/), ‘mesías’, que significa ‘ungido’. En el Evangelio de Juan 1:41 y 4:25 este título es relacionado con el de Mesías, «llamado el Cristo». El título «mesías» fue utilizado por primera vez en el Libro de Daniel 9:25-26, o la profecía acerca de las «setenta semanas». También aparece en el Libro de los Salmos (2:2), donde se habla de los reyes y príncipes que consultan contra el dios Yahveh y contra su ungido. En los Evangelios es casi siempre «el Cristo», y con frecuencia en las Epístola, excepto en aquellos lugares en los que se nombra directamente a Jesucristo o Cristo Jesús, que tiene más claramente el carácter de nombre. Se refiere al Señor como Hombre, como ungido con el Espíritu Santo. Es también conocido por Jesús o Jesus el Cristo. Este último es el nombre que Cristo se aplicó a sí mismo: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo» (Evangelio de Juan 17,3). La palabra «ungir» ―del latín únguere― significa ‘elegir a alguien para un puesto o un cargo muy notable’ (como sumo sacerdote o rey). La concepción hebrea del ungido o entronizado proviene de una antigua creencia que establece que untar a una persona u olear un objeto con aceite otorga cualidades extraordinarias, incluso sobrenaturales. En el Israel de la antigüedad, la costumbre de ungir a una persona otorgaba la potestad para ejercer algún cargo importante. El término Cristo no solo se utilizaba con los sacerdotes que eran mediadores entre Dios y la humanidad, sino también con los reyes teocráticos que eran representantes de Dios y adquirían de esa manera dignidad sacerdotal. Más tarde se aplicó a los profetas incluso se vinculó con los patriarcas. Sin embargo, en la evolución del concepto mesiánico, el uso del término se restringió al redentor y restaurador de la nación judía. En el Nuevo Testamento, la palabra Cristo se utiliza como nombre común y como nombre propio. En ambas acepciones aparece con o sin artículo definido, en solitario o asociada a otros términos o nombres. Cuando se usa como nombre propio y, muchas veces, en los otros casos, designa a Jesús de Nazaret, el esperado Mesías de los judíos. De esta manera, para los católicos y cristianos Jesucristo es el mesías, aquel que el Antiguo Testamento anunciaba que llegaría como plan de salvación de Dios para la humanidad. Sin embargo, otras religiones, sobre todo los musulmanes, judíos ortodoxos, conservadores, y reformistas, lo consideran solamente como un gran profeta o predicador de su pueblo ―el pueblo judío― y el fundador de la religión cristiana, a quien sus seguidores consideran el hijo encarnado de Dios.

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