Durante el
califato de Morsi, Egipto ha caído rápidamente en varias situaciones muy
problemáticas. Una de ellas es el conflicto chiíta-suníta, que tiene su
presencia en los acontecimientos sangrientos en la ciudad siria de al-Qusayr,
donde la chiíta Hezbollah tomó partido de los rebeldes sunitas, cometiendo
actos de gran crueldad y brutalmente pisoteando los derechos humanos de los
ciudadanos que fueron sitiados en el interior de al-Qusayr. El jueves 20 de
junio se celebró una gran conferencia de las mayores autoridades religiosas
suníes en El Cairo. En esta conferencia, una dura crítica fue expresada por los
actos perpetrados por los chiítas, especialmente en Siria. Jeques suníes
amenazan con masacrear a los combatientes de Hezbolá, ya que - siendo chiíta -
son infieles. Presidente Morsi ha declarado
públicamente el final de las relaciones diplomáticas entre Egipto y Siria, el
cierre de la embajada en Damasco y el regreso de diplomáticos egipcios de la
capital de Siria.
Pero este
fenómeno no se limita a Siria, sino que también se ha extendido a Egipto. El
domingo 23 de junio, un grupo de salafistas irrumpieron en la casa de Hassan
Shehata, el jefe de la pequeña comunidad chiíta de Egipto, en el pueblo de
Zawiyat Abu Musallam cerca de Giza, él sacrificio junto con cuatro miembros más
de su comunidad . Otras nueve personas resultaron heridas en el evento. Egipto
se sorprendió hasta sus cimientos por una serie de razones, principalmente por
la audacia de los salafistas, que piensan en términos del siglo séptimo y se
comportan de acuerdo a los principios y modos de comportamiento que eran
comunes hace 1400 años. Ellos presentan un desafío a la regla establecida por
la Hermandad Musulmana, que se basa en la aplicación del Islam en el mundo
moderno, actual, no en el deseo de volver al punto de partida de la historia
islámica. Muchos egipcios temen que su país va a caer en una situación similar
a la de Siria e Irak y ver estas masacres como un hecho atroz y que podría
ocurrir de nuevo, la próxima vez que los coptos o cualquier otra persona que
tenga objeciones políticas a las formas de los salafistas.
Total…no
hay mal que por bien no venga. Mientras más
se asesinen entre ellos…menos enemigos habrá para Israel. Lo de las diferencias sunni-shiita no es de
ahora…ni las masacres son algo nuevo para ellos…pues que sigan adelante…pues
mientras más de ellos se matan entre si…menos enemigos quedaran para hostigar al
Estado de Israel.
VIVA ISRAEL
– PUEBLO ESCOGIDO DE DIOS EN LA TIERRA POR EL PROMETIDA!!!
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